lunes, 30 de abril de 2018

LA MANADA NOS HA VIOLADO A TODAS






Por: Anahí Alurralde Molina*

Muchas de las que están empezando a leer estas líneas quizá ya sepan por el título de este artículo cuál es el tema del que voy a hablar, sin embargo es muy probable que muchas otras u otros desconozcan sobre esta historia que nos ha golpeado a todas.  Justamente para ellas o ellos va este escrito, porque si algo nos ha enseñado el feminismo es que lo que no se nombra no existe. Por eso nombramos  y denunciamos cómo la pedagogía de la crueldad se escribe en los cuerpos de las mujeres y cómo el concepto de violencia expresa la experiencia masculina, no la nuestra.


“Tu puta noche de locura fue mi destrucción”


Era 7 de julio de 2016, en Pamplona, España se celebraba la fiesta de San Fermín, una experiencia taurina que se remonta a la Edad Media.


Ella iba camino a casa, estaba cansada, se sentó en un banco, habla con uno de ellos, se acercan cuatro  más, estaba incómoda, quería irse; no la dejan. Empieza a caminar, estaba oscuro, la rodean, la arrinconan en un callejón, le quitan la ropa, se quitan la ropa y la ponen a cuatro patas. Le ponen sus penes en la boca, otros la penetran, eyaculan dentro suyo sin preservativo, la siguen penetrando, por delante, por detrás, por todo lado. Se ríen, sacan fotos, graban toda la escena. Se regocijan y se van.



Eso no fue suficiente, claro que no, necesitaban más. Inmortalizaron  su “hazaña”, contándola en su grupo de whatsapp con frases  como “Follando a una entre los cinco” Hay video, vaya pasada de viaje, noche de locura”


Resulta que su puta noche de locura fue la destrucción de ella, su follando a una entre cinco significaba destruir a una entre cinco.


Eran 5 hombres entre 25 y 30 años, ella tenía 18; estaba sola.


Ella tuvo que probar haber sido violentada sexualmente durante casi dos años, a ellos durante todo el proceso los trataron sólo de “presuntos violadores”.


A ella la juzgaron por no haber presentado “resistencia” ante los 5 varones, a ellos los eximieron de culpa porque con su silencio y su indefensión ella estaba “consintiendo” lo que le estaban haciendo.


A ella la juzgaron por seguir su vida normal y no reflejar las “secuelas psicológicas” en sus redes sociales y eso valió como prueba en el juicio. Los videos que ellos filmaron, nunca fueron pruebas suficientes.


Hace unos días se dictó la sentencia final y resulta que no hubo violación, que sólo se cometió un abuso.


Los 5 de la manada, como llaman a su cofradía masculina, permanecerán sólo 9 años en la cárcel, después de este tiempo, estarán libres y listos para un nuevo San Fermín.


A ella y a todas nosotras ¿cuánto tiempo nos llevará recuperarnos de este golpe contra nuestra dignidad? Y dentro de 9 años ¿Dónde estará ella? ¿Dónde estaremos?


¿Cuál es el mensaje de la justicia con esta sentencia?


Para tratar de entender lo que pasó con el caso de San Fermín ya descrito voy a recurrir a la antropóloga Rita Segato quien explicó la pedagogía de la crueldad como un concepto que desarrolló al analizar el abordaje mediático de las problemáticas de género, mediante el cual “el público es enseñado a no tener empatía con la víctima, que es revictimizada con la banalidad y la espectacularización con que se la trata en los medios”.


La autora explica que en los crímenes de género, específicamente  en los perpetrados contra las mujeresexiste una incitación, es tal la espectacularización de estos crímenes que parece algo de farándula, algo de mera distracción.


Es decir, vamos a entender a la pedagogía de la crueldad como eso que se enseña a partir de discursos, de opiniones mediáticas incrustadas en el diario vivir, en la tele, en la radio, en los medios, en el trabajo, en los colegios y en la familia.


La consecuencia de esta pedagogía de la crueldad  es la pérdida de la empatía de la gente. El público, es decir la sociedad  es enseñado a no tener empatía con las víctimas.  Esta pedagogía se trata en sí, de cómo se le enseña a la gente a tener cierto tipo de sensibilidad o de insensibilidad. Y detrás de todas estas prácticas de enseñanza están los imaginarios misóginos contra las mujeres.


Esto tiene mucha relación con todo lo sucedido en el juicio contra la manada de San Fermín, y contra todos los crímenes psicológicos, físicos y sexuales que se escriben en los cuerpos y en las vidas de las mujeres en todas partes del mundo.


Hay una pedagogía de la tradición, de la crueldad que ha enseñado que las mujeres debemos aprender a no ser violadas, y a los hombres que poseer el cuerpo femenino es un acto al que tienen derecho persé.


La justicia española nos ha dicho a todas que las mujeres tenemos dos opciones cuando enfrentamos una agresión y violación sexual y cada una de nosotras tenemos que tenerla clarito el mensaje:


Si te resistes y te  arriesgas a que te maten, puede que te vayan a creer después de muerta, o por otro lado, si no te resistes a uno o más tipos que te doblan el tamaño y la fuerza no te están violando, es más lo estás consintiendo. Es decir, que a una mujer la tienen que matar para que crean que fue una violación, ya entienden cómo funciona esto, no?hasta que no te maten no te van a creer. Si, así de duro, pero así de real.


Pasó hace días en España, pasa en otros lugares de Europa, pasa en México, pasa en Guatemala,  Argentina, en Ecuador, Perú, Colombia, Venezuela, pasa aquí en Bolivia.


96 segundos de un ritual de masculinidad nos puede destrozar la vida.-


Uno de los videos que filmaron los violadores de San Fermín, duraba 96 segundos, en menos de tres minutos pudieron celebrar su ritual de masculinidad, ese que necesitan para mostrar su vigor porque hay que entender que las violaciones son medios de expresión, expresan potencia, la expresan ante la víctima, pero sobre todo la expresan frente a los pares porque el mandato de masculinidad obliga al hombre a comprobar, a fanfarronear  y mostrar a los otros hombres para que lo titulen como alguien digno de esta posición masculina: necesita demostrar y hacer alarde de su potencia.


Por eso no es casual que se hayan filmado, que hayan sacado fotos y que hayan contado todo esto orgullo y el pecho firme.


La profanación colectiva de los cuerpos de las mujeres  es una de sus armas. La manada se ha especializado en el discurso de la crueldad, en imponer su voluntad por eso  espectacularizaron su soberanía jurisdiccional sobre ella. Este crimen no está referido a la interpersonalidad, no se perpetró como respuesta a un deseo, sino para afirmase como parte de la cofradía de machos a la que anhelan nunca dejar de pertenecer.


Y así fue, su afirmación como machos potentes nos ha costado la dignidad a todas.


Y dentro de 9 años ¿qué?


La manada como se hacen llamar los violadores de los que hemos hablado, en 9 años gozará  de libertad, estarán diseminados por varias ciudades de España, o quizá aglutinados en una sola.


¿Cómo saldrán? – me pregunto después de ese jueves donde todas nos enteramos de la pusilánime sentencia, ¿En 9 años alguno de ellos habrá tomado conciencia de que lo que cometieron fue una violación y no un abuso?


Puedo asegurar que no, al contrario, por eso me planteo otras preguntas:

¿Saldrán con la necesidad imperiosa de nuevos rituales de masculinidad? ¿Se organizarán para los próximos San Fermínes?


Y ella, ¿dónde y cómo estará ella?, ¿cómo estaremos nosotras? ¿Bastarán 9 años para reconstruir su vida, bastarán esos años para  recuperar nuestra dignidad? ¿Seguiremos viviendo con miedo o habremos logrado construir nuestra manada?


Si- me respondo- Eso es lo que tenemos que hacer, la respuesta del cómo la tenemos que construir debemos trabajarla entre todas, todas las que hemos sentido en la propia piel este golpe, esta humillación.


La impunidad en la que han dejado el crimen de la manada nos ha recordado a todas que el  mundo en el que vivimos las mujeres, no es el mundo, es una parte administrada de él, y claro la administran los hombres.


*Feminista y Politóloga.






domingo, 8 de abril de 2018

FLORA TRISTAN: LA MUJER DEL VIAJE PERMANENTE










Por: Anahi Alurralde Molina

Mary  Wollstonecraft  decía  “No les deseo (a las mujeres) que tengan poder sobre los hombres, sino sobre sí mismas”  y hace algún tiempo ya, entre elucubraciones mentales constantes e ideas mudables, voy afirmando  que entre nuestras fuentes de poder está el conocimiento, además ese que nosotras escogemos y  decidimos adquirir.

Por esto, quiero volver a la genealogía feminista, esa que nos crea conciencia.

Hoy he elegido compartir un  fragmento histórico de uno de los capítulos  de la obra fundante de Flora Tristán,  la paria, aquella mujer que en su vida reunió todos los dolores.

Flora que al no encontrar su lugar en el mundo, hizo de su existencia un viaje constante, entre el pensar y el actuar. 

Mujer que elucubró las primeras críticas al matrimonio como Institución, reivindicó el derecho al divorcio, aquella que paralelamente a Karl Marx y otrxs socialistas reflexionaba sobre la situación obrera, aquella que posicionó la otredad de las mujeres con una sabiduría auténtica.

Autora de: De la necesidad de dar buena acogida a las mujeres extranjeras, Perigranaciones de una Paria, El tour de Francia y de Unión Obrera.

Léanlo porque tanta lucidez para esa época es irreverente. Y de irreverencias está hecha la historia de las mujeres.


La Unión Obrera, Capítulo V: “Por qué menciono a las mujeres” 1844

“Hasta la fecha, la mujer no ha contado para nada en las sociedades humanas. – ¿Cual ha sido el resultado? – Que el sacerdote, el legislador, el filósofo la han tratado como una verdadera paria.

El sacerdote le ha dicho:
Mujer, tú eres la tentación, el pecado, el mal; representas la carne, es decir la corrupción, la podredumbre.
Llora por tu condición, echa cenizas en tu cabeza, enciérrate en un claustro y ahí, macera tu corazón, que está hecho para el amor, y tus entrañas de mujer, que están hechas para la maternidad, y cuando hayas mutilado así tu corazón y tu cuerpo – ofrécelos sangrientos y resecos a tu Dios para la remisión del pecado original cometido por tu madre Eva.

Luego, el legislador le dijo:
Mujer, por ti misma, no vales nada como miembro activo del cuerpo humanitario; no puedes esperar encontrar un lugar en el banquete social. Si quieres vivir, tienes que servir como anexo a tu señor y amo, el hombre. Entonces, muchacha, obedecerás a tu padre, casada obedecerás a tu esposo, viuda y anciana, ya no se te hará caso.

Luego, el sabio filósofo le dijo:
Mujer, ha sido comprobado por la ciencia que por tu organización, eres inferior al hombre. – Ahora bien, no tienes inteligencia, ni entendimiento de los temas más elevados, no eres consecuente no tienes ninguna capacidad para las llamadas ciencias exactas, ninguna aptitud para el trabajo serio – en fin, eres un ser de cuerpo y mente débil, pusilánime, supersticioso. Por eso, Mujer, el hombre debe ser su amo y tener plena autoridad sobre ti””.


En tiempos de la transición entre el socialismo utópico y los científicos Flora Tristán fue la primera mujer en hablar del socialismo, la lucha del proletariado, la lucha de las mujeres como explotadas por el capitalismo patriarcal y el internacionalismo proletario.

Flora Tristán fue una auténtica revolucionaria, hoy me gustaría decirle que 200 años después hemos avanzado y que gracias a sus reflexiones se hizo y se hace  mucho camino, aún nos  quedan muchas batallas por librar, horizontes que delimitar, porque hemos entendido su enseñanza : “Ahí donde se hace sentir la ausencia de libertad, no podría existir la felicidad”.


Pd.- Es maravilloso aquel momento donde a través de la historia emprendes vuelo, y éste no se detiene nunca más