domingo, 8 de abril de 2018

FLORA TRISTAN: LA MUJER DEL VIAJE PERMANENTE










Por: Anahi Alurralde Molina

Mary  Wollstonecraft  decía  “No les deseo (a las mujeres) que tengan poder sobre los hombres, sino sobre sí mismas”  y hace algún tiempo ya, entre elucubraciones mentales constantes e ideas mudables, voy afirmando  que entre nuestras fuentes de poder está el conocimiento, además ese que nosotras escogemos y  decidimos adquirir.

Por esto, quiero volver a la genealogía feminista, esa que nos crea conciencia.

Hoy he elegido compartir un  fragmento histórico de uno de los capítulos  de la obra fundante de Flora Tristán,  la paria, aquella mujer que en su vida reunió todos los dolores.

Flora que al no encontrar su lugar en el mundo, hizo de su existencia un viaje constante, entre el pensar y el actuar. 

Mujer que elucubró las primeras críticas al matrimonio como Institución, reivindicó el derecho al divorcio, aquella que paralelamente a Karl Marx y otrxs socialistas reflexionaba sobre la situación obrera, aquella que posicionó la otredad de las mujeres con una sabiduría auténtica.

Autora de: De la necesidad de dar buena acogida a las mujeres extranjeras, Perigranaciones de una Paria, El tour de Francia y de Unión Obrera.

Léanlo porque tanta lucidez para esa época es irreverente. Y de irreverencias está hecha la historia de las mujeres.


La Unión Obrera, Capítulo V: “Por qué menciono a las mujeres” 1844

“Hasta la fecha, la mujer no ha contado para nada en las sociedades humanas. – ¿Cual ha sido el resultado? – Que el sacerdote, el legislador, el filósofo la han tratado como una verdadera paria.

El sacerdote le ha dicho:
Mujer, tú eres la tentación, el pecado, el mal; representas la carne, es decir la corrupción, la podredumbre.
Llora por tu condición, echa cenizas en tu cabeza, enciérrate en un claustro y ahí, macera tu corazón, que está hecho para el amor, y tus entrañas de mujer, que están hechas para la maternidad, y cuando hayas mutilado así tu corazón y tu cuerpo – ofrécelos sangrientos y resecos a tu Dios para la remisión del pecado original cometido por tu madre Eva.

Luego, el legislador le dijo:
Mujer, por ti misma, no vales nada como miembro activo del cuerpo humanitario; no puedes esperar encontrar un lugar en el banquete social. Si quieres vivir, tienes que servir como anexo a tu señor y amo, el hombre. Entonces, muchacha, obedecerás a tu padre, casada obedecerás a tu esposo, viuda y anciana, ya no se te hará caso.

Luego, el sabio filósofo le dijo:
Mujer, ha sido comprobado por la ciencia que por tu organización, eres inferior al hombre. – Ahora bien, no tienes inteligencia, ni entendimiento de los temas más elevados, no eres consecuente no tienes ninguna capacidad para las llamadas ciencias exactas, ninguna aptitud para el trabajo serio – en fin, eres un ser de cuerpo y mente débil, pusilánime, supersticioso. Por eso, Mujer, el hombre debe ser su amo y tener plena autoridad sobre ti””.


En tiempos de la transición entre el socialismo utópico y los científicos Flora Tristán fue la primera mujer en hablar del socialismo, la lucha del proletariado, la lucha de las mujeres como explotadas por el capitalismo patriarcal y el internacionalismo proletario.

Flora Tristán fue una auténtica revolucionaria, hoy me gustaría decirle que 200 años después hemos avanzado y que gracias a sus reflexiones se hizo y se hace  mucho camino, aún nos  quedan muchas batallas por librar, horizontes que delimitar, porque hemos entendido su enseñanza : “Ahí donde se hace sentir la ausencia de libertad, no podría existir la felicidad”.


Pd.- Es maravilloso aquel momento donde a través de la historia emprendes vuelo, y éste no se detiene nunca más



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