Por: Anahi Alurralde Molina*
Hernán,
René, Fernando, David. Rememorando a algunos hombres que en el afán de cumplir
los mandatos que la masculinidad hegemónica establece han sido víctimas de sí
mismos, es que inicio este escrito donde abordaré la temática de la
masculinidad hegemónica por medio del análisis de un cortometraje.
El
cortometraje que elegí se titula “El orden de las cosas”, es español y se
realizó en el año 2010, fue nominado a los Premios Goya al Mejor Cortometraje
de Ficción. En él se abordan los componentes de la violencia de género contra
las mujeres a partir de metáforas y simbolismos. El componente que analizaré es
el de la masculinidad hegemónica como una construcción sociocultural. ¿Por qué
elegí hablar de este elemento? Porque considero que en esta producción se
grafica claramente cuál es el origen de la masculinidad hegemónica y la línea
discursiva que permite su permanencia.
Empezaré
realizando una sinopsis breve del cortometraje para contextualizar a las y los
lectores al respecto.
La
vida de Julia transcurre en una bañera
desde donde soporta la violencia de Marcos, su esposo, y ve crecer a su
hijo Marquitos en silencio. A través de
diferentes metáforas y simbologías se muestra la violencia que se ejerce contra
ella, evidenciando que la violencia de género contra las mujeres es un problema
social, producto de una sociedad basada en valores patriarcales que forman
parte del imaginario social y que se van transmitiendo a través un discurso
disciplinario y rígidas prácticas sociales. Esta problemática se ve representada
a través del cinturón de Marcos, que simboliza los valores patriarcales y machistas
aprehendidos que se materializan en las heridas del cuerpo de Julia.
Aproximaciones
de la Masculinidad a partir de R.W. Connell, M. Kimmell y P. Bourdieu
El
cinturón de Marcos representa el símbolo de los valores tradicionales que
fomentan el poder masculino. El afán
obsesivo de Marcos por guardar su cinturón puede ser entendido a partir de la
premisa de que la masculinidad hegemónica encarna siempre una estrategia
corrientemente aceptada. La estrategia de Marcos era preservar el cinturón
porque sólo con él podía sentirse seguro y demostrar superioridad ante Julia,
que paralizada y anulada por el miedo tolera la violencia enmudecida.
El
cinturón fue del abuelo y del padre de Marcos, convirtiéndose en herencia. A través de este objeto, se fueron
reproduciendo discursos y prácticas sociales violentas contra las mujeres de
generación en generación. El dividendo patriarcal de todas estas generaciones
se da siempre en términos de honor, prestigio y derecho a mandar, es por eso por
lo que, cuando los hermanos de Marcos llegan a la casa y presencian que él evita
ser violento con Julia, expresan taxativamente: “Pórtate como un hombre por una vez en tu vida”. Evidenciando así
que los valores tradicionales violentos son asimilados desde el hogar y se
fomentan en un entorno social, específicamente en el entorno de hombres porque
la masculinidad necesita ser demostrada a los hombres más que a las mujeres.
La
socióloga R.W. Connell plantea que la hegemonía de la masculinidad se establece
sólo si hay alguna correspondencia entre el ideal cultural y el poder institucional
colectivo, en este caso el imaginario cultural del ser hombre legitima las
relaciones de poder y tradición dentro de la familia de Marcos. Respecto a esto
podemos mencionar al autor Michael Kimmel, plantea que el sexismo funciona para
los hombres como grupo y no para el hombre como individuo, en ese sentido, se
puede considerar que Marcos termina siendo víctima de la presión masculina dentro
su familia porque anulan su hombría si ésta no es expresada con violencia.
Entonces, se puede decir que los hombres aprenden a “ser hombres” y a mantener
su “hombría” con sufrimiento, a través de rituales opresores.
En
este sentido, podemos señalar que el origen de la masculinidad hegemónica se
encuentra en el hogar, en las prácticas y discursos que dentro de él se
naturalizan y se legitiman como correctos, creando así una identidad de lo
masculino. Los hombres se apropian de esa identidad que han sido obligados a
crear y se aferran en edificarla pulcramente sin permitirse ningún desliz.
Otro
elemento importante que refleja el cortometraje es que la masculinidad no es
fija, ni es heredable, Marquitos, el hijo
de Julia y Marcos demuestra esto ¿Por qué? Porque en su infancia ve destruido
su avión de juguete por el afán de su padre de encontrar el cinturón, esto va a
representar la primera ruptura con la masculinidad que Marcos intenta
imponerle, y más adelante, en su vida adulta decide renunciar al “cinturón”. Es
decir, renuncia al símbolo de la violencia y opresión, y así transgrede el
modelo idealizado de ser hombre aprendido en casa basado en la tradición.
En
el epílogo del cortometraje, Marcos le dice a Julia: “debes comprender, que no
puedes elegir, las cosas tienen que ser así y siempre lo serán”. Con esto
podemos identificar que la línea discursiva que permite la permanencia de la
masculinidad hegemónica se sostiene en la idea de tradición, los hombres naturalizan los hábitos familiares
con los que socializan y conciben a éstos como normales e inalterables.
Con
relación a esto, recurro a una reflexión de Pierre Bourdieu: “En la dominación
masculina se encuentra la mayor muestra de un tipo de sumisión que se ejerce a
través de caminos esencialmente simbólicos, una violencia que continúa siendo
invisible para sus víctimas, inclusive en sus momentos más evidentes. Esta
invisibilidad de la dominación machista está dada por la habilidad que se ha
tenido para la “transformación” de la historia en naturaleza y la arbitrariedad
cultural en natural”
En
base a todo lo expuesto, quiero cerrar este análisis reconociendo el aporte del
cortometraje estudiado, ya que a partir de elementos diferentes obliga a cuestionar
y poner en duda los discursos y prácticas naturalizadas e institucionalizadas, e
invita a identificar que éstas definen y consolidan asimetrías y desigualdades
sociales en desmedro de las mujeres. Asimismo, me parece inminente precisar que,
si bien la masculinidad hegemónica resulta opresora para los hombres, considero
que son ellos los responsables de identificar esto y de construir los
mecanismos para deconstruirse y cimentar masculinidades alternativas.
*Escritora, feminista y cientista política.
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